Como motas de polvo

No puedes pedir a una mota de polvo que permanezca demasiado tiempo posada en el suelo. Lo mismo pasa con los pies.
La danza es inevitable.
Andar ya es caer. Por cada caída un levantarse. Y en el vaivén somos baile, como el mar.
Volveremos a bailar grande como océano, aunque de momento nuestro baile sea chiquito como laguna.
Porque hay cosas que no le puedes pedir a una mota de polvo…
🌊
Nuevos y viejos proyectos, en este viejo nuevo mundo…
https://oniricos.es/proyectos/